miércoles, 18 de mayo de 2011

¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?

Creo que los que nos consideramos de izquierdas[1] estamos gratamente sorprendidos por el movimiento que se empieza a llamar del 15 M, cuyo lema es DEMOCRACIA REAL YA. Alentados por un colectivo de personas cada vez más hartas de que las crisis las paguen siempre los mismos y que las cobren los otros mismos; estructurados en la intangible e incontrolable Red, algo así como una invisible Tercera Persona de una Trinidad revolucionaria; encarnados en movimientos variopintos que incluyen a gentes desengañadas de los partidos, movimientos ciudadanos o rebeldes contra las hipotecas; han recibido soporte teórico en el manifiesto, más que libro, de Hessel “Indignaos”.

Hoy lo he leído.

Se mueve entre el diagnóstico crítico de la Esuela de Frankfurt y el existencialismo revolucionario de Sartre, inspiradoras ambas tendencias del “Mayo del 68” y enraizadas en la postguerra que acabó en el 45. Hessel, desde su longeva ancianidad, anima a los jóvenes a indignarse como lo hicieron los héroes de la Resistencia contra el Fascismo. Para los que lucharon en aquellos momentos de regeneración política, económica y social, el enemigo a batir era UNO y tenía rostro humano e institucional, el nazismo. Y la alternativa, después de un conflicto mundial, era lograr un orden internacional nuevo en el que se respetara a las personas (imborrable el recuerdo de los campos de exterminio) que llevó a la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.

Hoy nos indignamos.

¿Contra qué? Y sobre todo, ¿contra quién?

Dejo la pregunta abierta. Sigo reflexionando y seguiré escribiendo.

¿POR QUÉ NO DEJÁIS RESPUESTAS EN LOS COMENTARIOS QUE NOS AYUDEN A TODOS?


[1] por favor, no se incluyan en este conjunto los que permanecen instalados o se instalan en la política como profesión aunque sea en un partido nominalmente de izquierdas.

5 comentarios:

  1. Mi primer comentario va a ser para decirte que ME HA ENCANTADO este ¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?. Igual de encantada que estoy con lo que está pasando en nuestras calles. Todos los medios de comunicación y los analistas tratan de ponerle una etiqueta, de analizarlo. Este sistema nos ha hecho tan individuales que hemos perdido la capacidad de aceptar sin reticencias cualquier iniciativa colectiva que no tenga un tinte finalista o mercantil. Lo realmente preocupante es que sea tan sorprendente que los ciudadanos/as, indignados durante tanto tiempo con tanta injusticia, con tanta poca vergüenza y con tanto cinismo, hayamos salido a la calle ilusionados con una convocatoria sin siglas y tan básica y heterogénea que nos aglutinara a tod@s. El cómo dar respuesta a nuestras demandas no nos toca a nosotros; hay instituciones y estructuras a las que pagamos para que busquen soluciones, ¿no? Creo que no se grita tanto contra el sistema democrático y sus instrumentos, como contra el uso y abuso obsceno que se ha hecho de ellos.

    También sigo reflexionando y también seguiré escribiendo.

    Tu ahijada “consejera”

    PD: Como ves, esta vez no he utilizado los puntos suspensivos.

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  2. PD2: Tu aclaración en el punto 1 me parece de lo más acertada. Me alegro de que haya superado la "censura"

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  3. En mi humilde opinión creo que la primera indignación (porque, para mí, son muchas que al final se acaban fusionando)es contra nosotros mismos, seres hartos del sistema y de todo lo que le rodea pero pasivos, seguidores del rebaño, incapaces de alzar la voz para protestar.
    A partir de ahí, de que nos hayamos indignado de nuestra propia pasividad es cuando empezaremos a luchar contra las demás indignaciones y cuando seremos capaz de alcanzar algo.

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  4. Esta noche me ha dado verguenza ajena loscomentarios de algunos políticos de izquierdas, por decir algo, intentando utilizar ya políticamente las concentraciones. Es el caso de Tomás Gomez en Madrid o de Ibarra en Extremadura. Espero que estos movimientos se les peguen a algunos en el culo, tal como una mal almorrana, y no les deje dormir durante mucho tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que es la clase política una de las principales lacras de este país.

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  5. Indignados por ser indigna una clase política que responde a sus intereses partidistas por encima de cualquier otro valor. La política ha de estar al servicio del bien común, lejos de ello, ser político es labrarse un futuro prometedor, es pan para hoy y caviar para mañana. Si para conseguir el objetivo hay que decir y hacer lo políticamente correcto, y donde dije digo añado diego, no importa , es lo que toca en este momento.
    Preocupante el movimiento social que se está generando en nuestras calles. Ovejas sueltas cual rebaño sin pastor, siempre encontrarán a un dirigente u oportunista dispuesto a pastorear. Pueden ser voces que gritan !basta!, o tal vez
    una dolorosa queja, de mesas donde falta el pan para compartir, el trabajo que nos dignificará, la vivienda como prioridad de cualquier ser humano sin condición social, racial o étnica.
    Escuchar para entender .Observar para aprender, debería ser objetivo para una clase política deteriorada, cuyos discursos ya no dicen nada
    Ávila-Salamanca

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