Ciertamente resulta surrealista que la gente se sorprenda de que un papa diga que no es nadie para juzgar a otro por ser gay, porque eso es el abc del Evangelio: "no juzquéis y no seréis juzgados". Si realmente llama la atención es porque algo (o mucho) se estaba haciendo mal en la Iglesia. El mensaje era bueno, pero los mensajeros dejaban mucho que desear.
Todas las palabras tienen acentuación. Ésta consiste en la musicalidad del lenguaje, en la duración y el tono de una sílaba. Por ejemplo, no es lo mismo "ingles" que "inglés". Con el contenido de los discursos sucede lo mismo.
Cuando el papa Francisco dice que él no es nadie para juzgar a una persona por ser gay, no está diciendo nada que no estuviera dicho en los documentos de la Iglesia o que sea novedoso con respecto a los evangelios, donde Jesús deja claro su poco interés por las cuestiones sexuales, de las que no habla ni una sola vez, y sí su máxima atención a los excluidos de su tiempo; cuando Francisco habla de la justicia, de ser pobres con los pobres, de la necesidad de un cambio de estructuras económicas, de la urgencia de una reforma a fondo de las estructuras eclesiales, ..., no está diciendo nada que no esté recogido en los documentos de la Iglesia, tanto en los del Concilio Vaticano II como en las encíclicas de los papas anteriores.
En realidad, tal como decía al principio, Francisco ha fijado el acento en otras partes del discurso, y le ha puesto otra música al mensaje que transmite, y cuando antes resonaban cánticos solemnes y hueros, que olían a flores secas y a incienso rancio, ahora retumba el canto alegre, la percusión que invita al baile; donde antes resonaban el recitado de prohibiciones con una música en off de requiem, ahora cabe la expresión espontánea, la esperanza y el canto en el que importa la alegría más que la afinación. Ni más ni menos que lo que decía San Pablo: "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia".
Que poca gracia tienen algunos jerarcas. Antes los mandaban a Roma para que aprendieran a ser serios y para que supieran las leyes con las que corregir, ahora los vamos a tener que mandar a Roma para que aprendan a contar chistes (que les enseñe mi buen amigo Ramón Jara Gil, experto en evangelizar a base de buen humor) y para dar siempre buenas noticias.
Que nadie piense que Francisco es un hereje, que más de uno de estos serios lo estará pensando, sólo que ha rescatado la letra del Evangelio y la música del Concilio Vaticano II y ha empezado a dar y a promover conciertos que suenan a nuevos.
Al fin y al cabo, "evangelio" significa en griego "buena noticia".
Nota: no se me olvidan los cristianos que han (hemos) sido apartados durante estos largos 25 años por decir lo que dice ahora Francisco y que permanecemos fieles a la Iglesia y los que, hartos de tanto oropel y hieratismo, han dejado de pertenecer a ella, y espero que los movimientos que antes eran defensores de la ortodoxia mal acentuada, no se conviertan en cismáticos.
martes, 30 de julio de 2013
viernes, 26 de abril de 2013
LA VUELTA AL CAPITALISMO DECIMONÓNICO
Del capitalismo originario al estado del bienestar hay todo un proceso histórico cargado de luchas obreras en favor de la dignidad humana que, tras la Segunda Guerra Mundial se concreta en pensiones de jubilación, sanidad universal, educación obligatoria, subsidios por desempleo, jornada de ocho horas, vacaciones pagadas, etc.
Pero no nos engañemos, nada de esto es gratis. Si en la ruleta la banca siempre gana, en el capitalismo no va a ser diferente. El capital necesita mantener, incluso superar, el nivel de beneficios. Si cedió en derechos, no lo hizo en negocio: nos inoculó el germen de la sociedad de consumo y consiguió que pusiéramos nuestra felicidad en tener cosas. Nos subió el sueldo para que gastáramos más y así poder vender más. El resultado, "El hombre unidimensional" que describe Marcuse, una espiral de crecimiento y una inflación constante.
La clase obrera, deja de ser clase y quiere renunciar a ser obrera. En el mundo rico se sube al carro del capital, mientras la explotación unida a la opresión y a la dominación, se trasladan al tercer mundo en forma de maquilas y zonas francas.
Las organizaciones políticas obreras juegan a ser élite social conformando una nueva oligarquía compuesta por políticos profesionales "bien conectados" con los poderes económicos y unos sindicatos que han convertido la "lucha obrera" en puro marketing electoral que les favorezca en el reparto de la bendita subvención.
El capital siempre gana, ya lo he dicho: la espiral de crecimiento ha llegado tan alto que ha caído como una Torre de Babel, que como ella fue contruida "con alquitrán en vez de mortero y con ladrillo en vez de piedra".
A base de alimentar la explotación en el tercer mundo, el capital le ha cogido el gusto a hacer lo mismo en el primer mundo y le llaman "ser competitivos" a cobrar poco, a convertirte en autónomo y a ser fácilmente prescindible.
Si la clase obrera ya no puede consumir y el capital quiere mantener el margen de beneficios, se acabó la "sociedad del bienestar": hay que volver a los orígenes del capitalismo. El proletario, con sus manos vacías, ruega empleo sin condiciones con tal de sobrevivir y ya le da igual que le digan que se jubilará a los 70, porque sólo importa comer hoy.
Sin embargo, por el devenir dialéctico, si es hora de la vuelta al capitalismo del XIX, ese siglo también lo fue de las revoluciones.
Habrá que empezar de cero otra vez: "trabajadores de todo el mundo, uníos".
Sic transit gloriae mundi.
Pero no nos engañemos, nada de esto es gratis. Si en la ruleta la banca siempre gana, en el capitalismo no va a ser diferente. El capital necesita mantener, incluso superar, el nivel de beneficios. Si cedió en derechos, no lo hizo en negocio: nos inoculó el germen de la sociedad de consumo y consiguió que pusiéramos nuestra felicidad en tener cosas. Nos subió el sueldo para que gastáramos más y así poder vender más. El resultado, "El hombre unidimensional" que describe Marcuse, una espiral de crecimiento y una inflación constante.
La clase obrera, deja de ser clase y quiere renunciar a ser obrera. En el mundo rico se sube al carro del capital, mientras la explotación unida a la opresión y a la dominación, se trasladan al tercer mundo en forma de maquilas y zonas francas.
Las organizaciones políticas obreras juegan a ser élite social conformando una nueva oligarquía compuesta por políticos profesionales "bien conectados" con los poderes económicos y unos sindicatos que han convertido la "lucha obrera" en puro marketing electoral que les favorezca en el reparto de la bendita subvención.El capital siempre gana, ya lo he dicho: la espiral de crecimiento ha llegado tan alto que ha caído como una Torre de Babel, que como ella fue contruida "con alquitrán en vez de mortero y con ladrillo en vez de piedra".
A base de alimentar la explotación en el tercer mundo, el capital le ha cogido el gusto a hacer lo mismo en el primer mundo y le llaman "ser competitivos" a cobrar poco, a convertirte en autónomo y a ser fácilmente prescindible.
Si la clase obrera ya no puede consumir y el capital quiere mantener el margen de beneficios, se acabó la "sociedad del bienestar": hay que volver a los orígenes del capitalismo. El proletario, con sus manos vacías, ruega empleo sin condiciones con tal de sobrevivir y ya le da igual que le digan que se jubilará a los 70, porque sólo importa comer hoy.
Sin embargo, por el devenir dialéctico, si es hora de la vuelta al capitalismo del XIX, ese siglo también lo fue de las revoluciones.
Habrá que empezar de cero otra vez: "trabajadores de todo el mundo, uníos".
Sic transit gloriae mundi.
domingo, 3 de marzo de 2013
NO ES MOMENTO DE BANDERAS.
Ayer salgo de casa y me encuentro calles cortadas, una
ambulancia en la puerta del Ayuntamiento y empiezo a ver guardiaciviles y policías
nacionales de gala, paracaidistas en traje de camuflaje y unos señores vestidos
de legionarios. Los vecinos nos mirábamos perplejos. No sabíamos si era algo
relacionado con el Cristo del Rescate o alguna solemnidad desconocida para
nosotros. Por la tarde me dijeron que había sido un acto de homenaje a las víctimas
del terrorismo.
Hoy veo fotos en la red, aunque en la prensa no veo nada.
Dicen que vino Valcárcel y el Delegado del Gobierno. No tengo ni idea. Las
fotos que digo eran de un desfile militar con ofrenda a los caídos en el
monumento que aún sobrevive en el Jardín de la Constitución, antes Jardín de
los Mártires.
Lo que me molesta es que se use a las víctimas en un acto de
exaltación militar. Francamente, salvo que una buena parte de las víctimas fueron militares y
guardias civiles, no le veo la relación. También son muchos los políticos, altos funcionarios, obreros, niños, y un largo etcétera que
han caído de diferentes signos políticos y de extracciones sociales y no se hace un acto de homenaje por cada gremio.
Tampoco entiendo por qué la iglesia se presta a estos actos
de dudosa motivación religiosa, en los que Jesús Sacramentado queda en un
segundo plano ante tanta parafernalia.
Por supuesto, que tampoco entiendo qué hacen nuestros
representantes políticos (desconozco si de todos los partidos, espero que no, o sólo los del
PP) mezclando lo que es el buen gobierno democrático con actos que recuerdan la
estética del NO-DO. La bandera de una nación representa a todos los ciudadanos
y no sólo a las fuerzas armadas, y mucho menos a los paramilitares de no sé qué
asociaciones.
En estos momentos de crisis política, económica y de desesperanza,
lo que se necesita es más democracia, más libertad, más igualdad, más
no-violencia, y no creo que sea conveniente organizar actos de exhibición de
uniformes y estéticas ya afortunadamente pasadas.
Soy insumiso al servicio militar y me jugué ir a la cárcel
por no querer participar en la dinámica del militarismo. Gracias a todos los
que entonces nos la jugamos hoy nuestros jóvenes no tienen que hacer la mili. Sigue
habiendo ejércitos, pero al menos sabemos que son empleados de los ciudadanos, como lo somos los maestros, y
están a nuestras órdenes.
Sinceramente, prefiero manifestarme pacíficamente para
reclamar una educación de calidad que aplaudir “la bota que pisa con estrépito”
(que decía el profeta Isaías), prefiero cantar y escuchar percusión callejera
para pedir que no desmantelen nuestra sanidad o que nuestros jóvenes no se
tengan que ir de España, esa España de la que se les llena la boca a muchos
pero que para ellos no son las personas (como decía Rousseau) sino las
banderas.
Queridos representantes políticos: os podíais
haber ahorrado la exhibición de ayer. Sólo espero que la comida y las copas no
hayamos tenido que pagarlas entre todos.
Recibid un fuerte abrazo de paz.
jueves, 28 de febrero de 2013
VIVIR DE OTRA MANERA
Cuesta levantarse por la mañana. Todo son malas noticias. Da miedo abrir los ojos, dan ganas de tapar los oídos. Pero no podemos dejar de escuchar ni podemos cerrar los ojos a menos que queramos que nuestra conciencia se pudra.
Cuesta mirar cara a cara la corrupción y el dinero que se intercambia como estampitas sin valor entre las mismas manos. Cantidades que dejarían sin cambio al mismísimo corteinglés.
Cuesta mirar los datos de las cuentas en Suiza, cuesta escuchar los llantos de depedida de los hijos que huyen buscando alguien que los explote para poder sobrevivir. Explotados o en paro. A aprender a maldecir al cielo en otro idioma, pero el cielo no tiene la culpa. Los que tienen la culpa se esconden tras el velo de las nubes y quedan impunes: siempre hay un dios que lo pague.
¿Pero es que hay que ser un canalla para sobrevivir, es que hay que dominar sobre el resto para realizarse en la vida, es que hay que robar a manos llenas si no quieres hacer el tonto?
Creo que se puede vivir de otra manera:
Creo firmemente que se puede ser feliz siendo generoso, aunque se rían de ti los que sólo viven para sí mismos y te llamen tonto, porque hay más alegría en el compartir que en el acumular.
Creo que se puede conseguir un mundo más justo, más humano, en el que lo primero sean las personas.
Creo que se puede estar en política para conseguir ese mundo más justo y no para que el mundo de la injusticia y de la ambición te cambie a ti.
Creo que se puede ser honesto en el trabajo y que, aparte de la merecida remuneración, está la satisfacción de la recompensa de lo bien hecho, sin necesidad de que nadie te persiga para que cumplas, y que así te sentirás más orgulloso que los que se jactan de escurrir el bulto.
Creo que se puede decir la verdad por encima de las mentiras admitidas por todos, y que en la sinceridad, la luz resplandece en nuestras miradas limpias.
Creo que es más hermoso ser dulce con los débiles y altivo con los fuertes.
Creo que es posible vivir con la cabeza alta y la mirada de frente y que hay mayor dignidad en la austeridad honrada que en la abundancia recibida con deshonor, que no es necesario agachar la cabeza a cambio de disfrutar favores.
Creo que se pueden hacer cosas gratis sin necesidad de esperar nada a cambio, sólo por el placer de hacer el bien.
Creo que se puede estar pendiente de los que nos necesitan y que es la mejor manera de tener un "yo" pleno.
Creo que es posible perdonar y ser perdonado y que siempre podemos volver a empezar y que así tenemos el futuro más despejado que si abonamos la venganza.
Creo que se puede crear belleza, que se puede cantar por gusto, por hacer la vida más agradable sin necesidad de convertirlo todo en negocio.
Creo que es posible amar gratuitamente, amar incondicionalmente, amar eternamente, porque si hay algo eterno en nosotros, si algo no muere de lo que hacemos, es el amor.
Creo, en definitiva, que se puede vivir en la Tierra como ciudadanos del Cielo y conseguir que no haya nadie para quien el mundo sea un infierno.
Creo que se puede, y creo que se debe vivir de otra manera.
Cuesta mirar cara a cara la corrupción y el dinero que se intercambia como estampitas sin valor entre las mismas manos. Cantidades que dejarían sin cambio al mismísimo corteinglés.
Cuesta mirar los datos de las cuentas en Suiza, cuesta escuchar los llantos de depedida de los hijos que huyen buscando alguien que los explote para poder sobrevivir. Explotados o en paro. A aprender a maldecir al cielo en otro idioma, pero el cielo no tiene la culpa. Los que tienen la culpa se esconden tras el velo de las nubes y quedan impunes: siempre hay un dios que lo pague.
¿Pero es que hay que ser un canalla para sobrevivir, es que hay que dominar sobre el resto para realizarse en la vida, es que hay que robar a manos llenas si no quieres hacer el tonto?
Creo que se puede vivir de otra manera:
Creo firmemente que se puede ser feliz siendo generoso, aunque se rían de ti los que sólo viven para sí mismos y te llamen tonto, porque hay más alegría en el compartir que en el acumular.
Creo que se puede conseguir un mundo más justo, más humano, en el que lo primero sean las personas.
Creo que se puede estar en política para conseguir ese mundo más justo y no para que el mundo de la injusticia y de la ambición te cambie a ti.
Creo que se puede ser honesto en el trabajo y que, aparte de la merecida remuneración, está la satisfacción de la recompensa de lo bien hecho, sin necesidad de que nadie te persiga para que cumplas, y que así te sentirás más orgulloso que los que se jactan de escurrir el bulto.
Creo que se puede decir la verdad por encima de las mentiras admitidas por todos, y que en la sinceridad, la luz resplandece en nuestras miradas limpias.Creo que es más hermoso ser dulce con los débiles y altivo con los fuertes.
Creo que es posible vivir con la cabeza alta y la mirada de frente y que hay mayor dignidad en la austeridad honrada que en la abundancia recibida con deshonor, que no es necesario agachar la cabeza a cambio de disfrutar favores.
Creo que se pueden hacer cosas gratis sin necesidad de esperar nada a cambio, sólo por el placer de hacer el bien.
Creo que se puede estar pendiente de los que nos necesitan y que es la mejor manera de tener un "yo" pleno.
Creo que es posible perdonar y ser perdonado y que siempre podemos volver a empezar y que así tenemos el futuro más despejado que si abonamos la venganza.
Creo que se puede crear belleza, que se puede cantar por gusto, por hacer la vida más agradable sin necesidad de convertirlo todo en negocio.
Creo que es posible amar gratuitamente, amar incondicionalmente, amar eternamente, porque si hay algo eterno en nosotros, si algo no muere de lo que hacemos, es el amor.
Creo, en definitiva, que se puede vivir en la Tierra como ciudadanos del Cielo y conseguir que no haya nadie para quien el mundo sea un infierno.
Creo que se puede, y creo que se debe vivir de otra manera.
viernes, 8 de febrero de 2013
OPERACIÓN CAMBIO DE GOBIERNO
La situación del gobierno de la nación es crítica, y va a ir a peor. Las andanadas que les está enviando Esperanza Aguirre van directas a la línea de flotación. Abandonó la flota justo en el momento en el que se le puso enfrente Rajoy, aunque la verdad es que de los líos internos del PP no sé nada. Por no saber no sé de los de mi partido.
Ahora Aguirre desembarca enarbolando en una mano el pabellón anticorrupción de su partido y en la otra, el de la regeneración de la democracia: pide que cese la partitocracia, que se le devuelva el poder al pueblo, que la política deje de ser una profesión y listas abiertas. ¿Alquien dice que no a estas tesis?
Enfrente tiene a un Mariano Rajoy que cree que la mejor manera de salvar la flota es ponerla a buen recaudo en una ensenada, vararla en aguas mansas y esperar que pase el temporal. Sin embargo, la operación de hundir la flota está en marcha. En ella se han conjurado varios medios de comunicación que empiezan a abrir brechas en la tripulación. Intereconomía dispara con bala contra Rajoy, y cuando este medio cuya versión escrita es la Gaceta, digna heredera de El Alcázar, tira a dar, es porque ya tienen una persona para sustituir al Presidente y a su gobierno: se trata de extirpar el miembro enfermo para salvar el cuerpo.
Mientras tanto, la oposición socialista mira el partido de tenis volviendo la cara a un lado y a otro, pero sin entrar en juego. Ya se han encargado quienes están en esta operación de inmovilizarlos recordándoles día sí, día no, los ERES de Andalucía. Así que el PSOE un día reprocha la corrupción, y otro mira para otro lado.
Ahora falta saber cómo se hará el relevo sin pasar por las urnas, porque hacer elecciones no interesa a nadie. No interesa al gobierno, porque perdería después de la política que ha perpetrado desde que entró; no interesa a la oposición porque no quiere revalidar otro fracaso que acabaría, no sólo con la cúpula, sino con el partido.
La moción de censura no creo que sea: para ello se necesitaría que la oposición la presentara y tendría que conseguir PP-diputados traidores pero sería para poner a otro del PP.
Probablemente obliguen a Rajoy a plantear una Cuestión de Confianza. De esa manera los diputados contrarios a Rajoy se presentarían como adalides de la lucha contra la corrupción y forzarían a la oposición a votar en contra. Obligarían a la dimisión del Presidente y se abrirían consultas con el Rey para nombrar uno o una nueva.

¿Quién será? Apuesto por Núñez Feijoo. Esperanza Aguirre se ha posicionado en el extremo disparando a discreción y con ello no ha concitado los apoyos del partido. Sin embargo, Núñez Feijoo ha expresado su lealtad a Rajoy, que es como todo el mundo sabe el aviso de que va a por él. Es un presidente autonómico que ha ganado hace muy poco por mayoría absoluta sin sufrir desgaste por la crisis y está apoyado por el fuego de cobertura que Aguirre lanza sin cesar contra Rajoy y su gobierno.
Elegido presidente, conjurado el problema de la corrupción, sólo les queda esperar que la crisis remita. Entre tanto, pasarán los años y llegarán a las próximas elecciones como salvadores de la crisis y regeneradores de la democracia.
¿Y la oposición? Haga lo que haga, se les volverá en contra. Ya se les ha adelantado Aguirre en el discurso regeneracionista, y los ERES colearán por entregas hasta las próximas elecciones autonómicas, que será cuando los jueces se pongan nuevamente en marcha y no como con el PP, que lo han hecho en un momento electoralmente neutro.
En una próxima entrada diré lo que creo que debe hacer la oposición, aunque no creo que estén interesados en lo que diga un pringao como yo. Por intentarlo que no quede.
Ahora Aguirre desembarca enarbolando en una mano el pabellón anticorrupción de su partido y en la otra, el de la regeneración de la democracia: pide que cese la partitocracia, que se le devuelva el poder al pueblo, que la política deje de ser una profesión y listas abiertas. ¿Alquien dice que no a estas tesis?
Enfrente tiene a un Mariano Rajoy que cree que la mejor manera de salvar la flota es ponerla a buen recaudo en una ensenada, vararla en aguas mansas y esperar que pase el temporal. Sin embargo, la operación de hundir la flota está en marcha. En ella se han conjurado varios medios de comunicación que empiezan a abrir brechas en la tripulación. Intereconomía dispara con bala contra Rajoy, y cuando este medio cuya versión escrita es la Gaceta, digna heredera de El Alcázar, tira a dar, es porque ya tienen una persona para sustituir al Presidente y a su gobierno: se trata de extirpar el miembro enfermo para salvar el cuerpo.
Mientras tanto, la oposición socialista mira el partido de tenis volviendo la cara a un lado y a otro, pero sin entrar en juego. Ya se han encargado quienes están en esta operación de inmovilizarlos recordándoles día sí, día no, los ERES de Andalucía. Así que el PSOE un día reprocha la corrupción, y otro mira para otro lado.
Ahora falta saber cómo se hará el relevo sin pasar por las urnas, porque hacer elecciones no interesa a nadie. No interesa al gobierno, porque perdería después de la política que ha perpetrado desde que entró; no interesa a la oposición porque no quiere revalidar otro fracaso que acabaría, no sólo con la cúpula, sino con el partido.
La moción de censura no creo que sea: para ello se necesitaría que la oposición la presentara y tendría que conseguir PP-diputados traidores pero sería para poner a otro del PP.
Probablemente obliguen a Rajoy a plantear una Cuestión de Confianza. De esa manera los diputados contrarios a Rajoy se presentarían como adalides de la lucha contra la corrupción y forzarían a la oposición a votar en contra. Obligarían a la dimisión del Presidente y se abrirían consultas con el Rey para nombrar uno o una nueva.

¿Quién será? Apuesto por Núñez Feijoo. Esperanza Aguirre se ha posicionado en el extremo disparando a discreción y con ello no ha concitado los apoyos del partido. Sin embargo, Núñez Feijoo ha expresado su lealtad a Rajoy, que es como todo el mundo sabe el aviso de que va a por él. Es un presidente autonómico que ha ganado hace muy poco por mayoría absoluta sin sufrir desgaste por la crisis y está apoyado por el fuego de cobertura que Aguirre lanza sin cesar contra Rajoy y su gobierno.
Elegido presidente, conjurado el problema de la corrupción, sólo les queda esperar que la crisis remita. Entre tanto, pasarán los años y llegarán a las próximas elecciones como salvadores de la crisis y regeneradores de la democracia.
¿Y la oposición? Haga lo que haga, se les volverá en contra. Ya se les ha adelantado Aguirre en el discurso regeneracionista, y los ERES colearán por entregas hasta las próximas elecciones autonómicas, que será cuando los jueces se pongan nuevamente en marcha y no como con el PP, que lo han hecho en un momento electoralmente neutro.
lunes, 28 de enero de 2013
EL AGUA CONVERTIDA EN MONOPOLIO (errores de concepto del servico de agua en Alcantarilla con historia real de propina)
El agua potable es un servicio municipal.
Para gestionarlo y, en principio, para que salga más económico
y funcione mejor, se saca a concurso público para que alguna empresa privada lo
administre.
Primer error de concepto: no es que el ayuntamiento (ente abstracto) ceda un
servicio para su gestión, es el mismo municipio, es decir, sus habitantes, los
que lo otorgan.
Se hace un convenio, pero debe quedar garantizado que el
agua llegará a todos y que tendrá unos precios universalmente asequibles.
Se suele cuantificar el coste y el municipio cubre el déficit,
si lo hubiere, sobre todo para evitar que los más pobres carezcan del
suministro.
Sin embargo, con el paso de los años el agua se convierte en
un monopolio y la empresa concesionaria se comporta como tal: encarece los
recibos a su antojo, establece condiciones leoninas para los usuarios, sin
distinguir entre los que pueden y los que no pueden pagar y pone contra las
cuerdas al ayuntamiento, que se ve preso de la empresa.
En los últimos años, el precio del servicio de agua,
alcantarillado y basura ha subido en Alcantarilla disparatadamente y ya lo habíamos
notado en el recibo. Pues bien, la última subida ha sido del 33%, porque
venimos pagando lo mismo que antes, pero en vez de cobrarnos cada tres meses,
lo hacen cada dos, o sea, el 33%.
Si no pagas, te cortan el agua a la voz de ya.
Segundo error de concepto: una empresa contratada por
nosotros, los ciudadanos para que nos dé un servicio, se vuelve contra nosotros
y nos domina. Lo normal sería rescindirle el contrato y exigirle indemnización.
Pero no, antes bien se le renovará casi hasta el infinito.
Tercer error de concepto: nuestros representantes
municipales se toman la cuestión del contrato con la empresa del agua, como si
fueran gerentes de una empresa privada de la que son propietarios. Tantos años
en el poder les ha conducido al espejismo. El Ayuntamiento no es una empresa, y
menos de ellos.
Una historia real de propina:
El resultado es el que es: esta mañana he ido a las oficinas
de Acuagest para hacer una gestión, y delante de mí, un señor se acerca
hablando en voz baja al empleado que atiende al público.
Cuarto error de concepto: ese empleado, acostumbrado a hacer
de cortafuegos entre la empresa y los usuarios, se cree que le debemos la vida
y nos trata con prepotencia y desgana.
Como decía, el señor que hablaba no quería que los que allí
estábamos nos enteráramos de lo que venía a pedir. Pero el impúdico empleado se
ha encargado de publicarlo: “las bonificaciones del agua tiene que solicitarlas
en Servicios Sociales”. El hombre ha protestado con miedo diciendo que de allí
lo habían mandado a Acuagest, y el sobrado oficinista le ha aclarado: “nosotros
somos una empresa privada y, como tal, no damos bonificaciones, sólo damos las
que nos dice el Ayuntamiento”.
Ésa es la clave: es una empresa privada, PERO EL AGUA ES PÚBLICA.
Pues eso es todo: votamos a personas, éstas se lo montan
gestionando un ayuntamiento como si fuera suyo, contratan a una empresa para
que nos sirva y ésta acaba dominándonos, hasta el punto que, si no se remedia, se quedará con la gestión de nuestras aguas, los próximos 30 años. A saber cuánto nos subirán el recibo.
¿Y no les dará vergüenza? ¿No dimitirá nadie?
domingo, 30 de diciembre de 2012
2013 ESPERANZADOR
Acaba un año. Bueno, eso es lo que dice la convención
tradicional de la cultura occidental del hemisferio norte. ¿Qué más da? En algún
momento de la traslación de la
Tierra en torno al Sol hay que poner un principio y un final.
Pero un final que es un principio. Así fue, así es y así es previsible que siga
siendo varios millones de años más, si es que para entonces aún existe un ser
consciente sobre la Tierra
capaz de contar el tiempo.
Acaba un año. “Un mal año”, dirán algunos. “Un buen
año”, dirán unos cuantos menos. Es la historia del año “medio lleno” o el año “medio
vacío”. Cuestión de perspectiva.
Si nos dejamos llevar por las cifras económicas, salvo para
los que siempre ganan, el año ha sido fatal. Si nos fijamos en las miles de personas
que perdieron su vivienda, el año habrá sido nefasto. Si miramos las colas para
obtener comida en Cáritas o en los bancos de alimentos, el perfil del año se
torna demoledor.
Sin embargo, es posible encontrar brasas bajo las cenizas:
hemos crecido en solidaridad, hemos vuelto a valorar lo que tenemos y a
distinguir entre lo necesario y lo prescindible; hemos descubierto el manejo
que los bancos ejercen sobre nuestras vidas, pues antes les creíamos
bienhechores porque nos prestaban dinero para gastar; hemos vuelto a tomar las
calles en multitudinarias y reiteradas manifestaciones; hemos redescubierto el
valor de lo público; hemos quitado la careta a los malos políticos, a los que
se fueron y a los que han entrado; hemos replanteado los fundamentos de la
democracia. En fin, hemos vivido intensamente, que hasta ahora era vivir a todo
tren, y ahora es vivir abriendo los ojos, tomando conciencia y actuando.
A mí también me han bajado el sueldo y soy mucho más pobre,
pero miro el 2013 con optimismo. Creo que vamos a ser capaces de ver más la
verdad del mundo en el que vivimos y volveremos la vista a los más pobres en
vez de mirar a los ricos, como hacíamos en los años del boom inmobiliario; creo
que vamos a ser capaces de regenerar valores como el altruismo y el servicio
gratuito, virtudes ambas imprescindibles para la política de la polis (no sólo
de los partidos); tengo por seguro que seguiremos luchando por un mundo más
humano, por un estado al servicio de los ciudadanos, que no súbditos, por que
la salud no sea un privilegio de ricos, por los ancianos, por los niños y los jóvenes,
por las mujeres maltratadas, por los parados y los sin hogar, los que se han
quedado sin casa con la crisis y los que no la tenían ni siquiera en los años “buenos”,
en fin, a luchar por todos y cada uno de los que carezcan de lo necesario (que
ya hemos aprendido que no es lo prescindible).
Estoy convencido de que crecerá la solidaridad, se
incrementará el número de personas que saldrán a la calle a pedir justicia, y
cuando consigamos remontar podremos decir: “no hemos perdido a ninguno,
llegamos a la salida del túnel todos”.
Y deseo que a la salida del túnel no nos dispersemos, que
sigamos luchando por un mundo más justo, que miremos a los que menos tienen, de
aquí y de allá y, una vez superada la crisis que ha afectado a los que no eran
pobres, seamos capaces de sacar de la pobreza a los que viven en ella aunque la
sociedad sea rica.
Feliz año nuevo.
Seguro.
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